Una residente de Usaquén denunció que dos policías, que acudieron a su apartamento por una solicitud de seguridad, le robaron una suma millonaria en efectivo. La víctima logró que los uniformados confesaran el robo, el cual ocurrió el pasado jueves 6 de junio.
Según el relato de la mujer, publicado por Noticias Caracol, los policías, un patrullero y un subintendente, llegaron a su vivienda para atender un incidente de seguridad. Durante el procedimiento, los oficiales se llevaron 4.100 dólares y $200.000 en efectivo. «En el intermedio del procedimiento terminaron robándome el dinero que tenía en efectivo. Me abrieron la billetera y me sacaron pesos colombianos y unos dólares que tenía», declaró la víctima.
Ante la sospecha de los policías, la mujer los contactó y logró que confesaran, haciéndoles creer que todo había quedado registrado en cámaras de seguridad. La llamada en la que los policías admiten el robo quedó grabada y es la principal prueba contra ellos. «Me aceptaron que efectivamente sí se habían robado el dinero, que porque tenían un problema con el hermano, que estaban muy mal económicamente, que me lo iban a devolver supuestamente triplicado, cosa que no fue así», explicó la mujer.
En la grabación, uno de los policías implicados admitió: «Te explico, yo no te cogí dólares. De la billetera se sacaron $200.000, sí, te lo digo de corazón», añadiendo que pensó que el dinero era de otra persona. La víctima les indicó que se trataba de una billetera de mujer, por lo que no había posibilidad de equivocaciones y que además no tenían por qué llevarse el dinero.
La mujer insistió en que los denunciaría y que el caso se haría público. Los policías, al no devolver el dinero dentro del plazo establecido, apagaron sus celulares y no volvieron a aparecer.
El subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, coronel William Lara Avendaño, confirmó que los uniformados implicados fueron apartados de su cargo. «Desde la Policía Metropolitana de Bogotá rechazamos de manera contundente la actuación de dos uniformados, quienes se ven inmersos en un presunto delito que va en contravía de los preceptos institucionales. En el marco de la política de transparencia policial, estos dos funcionarios fueron apartados de sus cargos y sus funciones, y se dio inicio a una investigación penal y disciplinaria», declaró el coronel.
La concejala Heidy Sánchez también condenó los hechos, expresando su indignación en redes sociales. «Es el colmo que la Policía de Bogotá permita que este tipo de situaciones pasen como si nada, si la ciudadana no hubiese podido grabar, la situación pasa como si nada. La ciudadanía tiene que confiar en la policía, que se supone es quien debe defender los derechos de la ciudadanía y garantizar su seguridad. Bogotá no camina segura con policías corruptos», afirmó Sánchez.
Este incidente ha generado preocupación y ha puesto en cuestión la confianza en las fuerzas de seguridad, resaltando la necesidad de medidas más estrictas para evitar actos de corrupción dentro de la Policía.
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